SÉ SABIO (tomado del libro Cada día más sabio por el
pastor Alejandro Bullón - reproducido con permiso de la Asociación Publicadora
Interamericana)
Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé
sabio. Proverbios 6:6.
La hormiga es usada
por los escritores sagrados y seculares como ejemplo de laboriosidad y
previsión. Trabaja arduamente en el
verano para sobrevivir en los tiempos difíciles del invierno.
El sabio Salomón
nos invita a observar la vida de estos pequeños insectos como un ejemplo de persistencia,
coraje y diligencia. Observar es, tal
vez, una de las grandes virtudes de la sabiduría. Pasamos por la vida como locos, corriendo
agitados, sin tiempo para observar la salida del sol, el resplandor de la luna,
o hasta el simple gesto del perro que mueve la cola cuando regresamos a
casa. Esa falta de observación, hace de
nosotros personas insensibles, vacías.
Meros robots, que realizan un trabajo eficiente, pero que no disfrutan
de la vida.
De la hormiga
aprendemos que la vida es lucha, y que para salir victoriosos se necesita
laboriosidad, orden y previsión.
Las hormigas no
esperan a que haya “grandes proyectos” para comenzar el día trabajando. Comienzan con lo que tienen a mano. Cumplen día a día con su deber, no se
detienen, simplemente avanzan. Son
muchas, y la suma de muchos pequeños trabajos resulta en un proyecto fabuloso,
porque si observamos con una lupa el nido de las hormigas, veremos una obra
extraordinaria de ingeniería que los seres humanos difícilmente lograrían
realizar.
Pero, hay más. Las hormigas trabajan como un ejército. Hay orden y disciplina. No hay grandes realizaciones sin orden. Al perezoso no le gusta trabajar ni observar
el orden. El resultado es hambre,
miseria y fracaso.
De todas las
lecciones que la hormiga nos enseña, la que más me impresiona es la
previsión. La hormiga no consume todo lo
que encuentra. Guarda, ahorra,
almacena. Y al hacer eso, ni pasa
hambre, ni desatiende las necesidades de la familia. Eso sería avaricia. Instintivamente, sabe que el invierno vendrá
y que no habrá condiciones favorables para trabajar; por tanto, hace provisión
y cuando las inclemencias del frío llegan, mientras otros animales pasan
hambre, la hormiga está alimentada y protegida en su hormiguero.
¿Qué puedes
aprender de la hormiga? ¿Cuánto falta
para el invierno de tu vida? “Ve a la
hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio”.
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