lunes, 30 de marzo de 2015

MUJER APASIONADA



MUJER APASIONADA (tomado del libro Cada día más sabio por el pastor Alejandro Bullón - reproducido con permiso de la Asociación Publicadora Interamericana)

La mujer insensata es alborotadora; es simple e ignorante. Proverbios 9:13.

En el capítulo 9 de Proverbios, encontramos una metáfora interesante. Pinta a dos lindas mujeres que invitan a las personas a seguirlas. La primera de ellas es la señora sabiduría, la otra es la señora insensatez.
El versículo de hoy afirma que la locura, la insensatez, es como una “mujer apasionada”. * La palabra hebrea da a entender que ella es seductora, voluptuosa, glamorosa y atractiva. Tiene la facilidad de conquistar y cautivar a mucha gente, pero por detrás de todo aquel aspecto maravilloso, se esconde un ser ignorante.
Ignorante no es aquel que no sabe. El “no saber” es el comienzo de la sabiduría. ¿Cómo podría el hombre haber inventado o descubierto tantas cosas, si al comienzo no hubiese ignorado las informaciones que lo llevaron a investigar? Ignorante es aquel que cree que sabe, cuando en realidad no sabe nada, dice el texto.
Cuenta la anécdota que un “ignorante” llegó a casa con hambre, buscó algo entre las cosas que la esposa acababa de comprar, tomó una barra de jabón y cuando ya estaba llevándolo a la boca, la esposa lo interrumpió:
-¿Qué estás haciendo? ¡Eso es jabón!
-Es queso –respondió el marido con firmeza.
-Pero querido, fui yo que lo compré. Yo compré jabón.
-Yo ya te dije que es queso –afirmó el esposo, mientras daba la primera mordida. En un instante se dio cuenta de su error. Era jabón, pero continuo masticando mientras la espuma le salía por la boca y la esposa lo miraba espantada.
-¿Qué estás mirando? –respondió él-. Tiene gusto a jabón, pero es queso.
¿Tú te estás riendo? Todos los días, en todos los lugares, puedes encontrar personas ignorantes. Tú y yo corremos diariamente el peligro de caer en las trampas de la seductora insensatez. ¡Cuántos hogares sufren, cuántos negocios quiebran, cuántas carreras se destruyen, cuántas relaciones se rompen por causa de la insensatez!
Es necesario buscar siempre el camino de la sabiduría. La sabiduría llama, toca a la puerta del corazón, quiere entrar en la vida de las personas, en los hogares y en las empresas, pero no derriba la puerta. Es necesario que alguien abra la puerta del lado de adentro.
Haz de este día un día de sabiduría. Sé humilde y receptivo a los consejos divinos y no olvides que “la mujer insensata es alborotadora; es simple e ignorante”.
*Según la versión JFA.


martes, 24 de marzo de 2015

COMO EL MONTE SION



COMO EL MONTE SION (tomado del libro Cada día más sabio por el pastor Alejandro Bullón - reproducido con permiso de la Asociación Publicadora Interamericana)

Los que confian en Jehová son como el monte de Sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre. Salmos 125:1.

Los montes son símbolos de permanencia. Si tú ves hoy un árbol y regresas al mismo lugar después de mil años, es poco probable que aquel árbol esté todavía allí en pie. Pero si contemplas el Monte Everest y regresas después de un millón de años, el Everest estará en el mismo lugar.
El salmo de hoy trata de llevarte a confiar en Alguien, y no en algo. Las cosas son necesarias, pero son pasajeras. El dinero, el empleo, la salud, la juventud, la casa, el auto, y hasta la familia, todo puede pasar, puede fallar y puede frustrarse, pero Dios nunca falla.
Este era uno de los salmos que cantaban los peregrinos judíos de cualquier lugar de aquellas tierras, cuando subían y se iban acercando a Jerusalén. Cuando los cautivos regresaron a su hogar, después de los años del exilio, contemplaron de lejos las montañas de Judea. Poco tiempo después pudieron observar las colinas que rodeaban a Jerusalén, y al acercarse más todavía encontraron el monte de Sion.
¿Dónde estaban todos los que habían salido un día de Jerusalén, cautivos, llevados a Babilonia? Muchos habían muerto. Otros habían envejecido y otros habían desaparecido en el tiempo y en las sombras del olvido. Pero el monte de Sion estaba allí, indómito, inalterable e inmutable.
Imagínate al pueblo cantando: “Los que confían en Jehová son como el monte de Sion”. Ellos habían sido llevados como cautivos porque habían confiado en sus propias fuerzas y se habían olvidado de Dios. Ahora, después de haber sufrido las consecuencias de su rebeldía, retornaban a casa cantando emocionados la única verdad que los libraría de los sufrimientos futuros.
Este salmo se aplica también a nuestros días. ¿En quién confiar? ¿En tu empresa, en tu trabajo, en el dinero que tienes invertido, en tu juventud, en tu fuerza, o en el Señor? 
 Si tú miras a Dios en busca de seguridad, nunca te sentirás frustrado. Él conoce el futuro. Él sabe qué es lo que necesitas, incluso antes de que tú tengas conciencia de ello. Aunque pierdas todo repentinamente, Él te ayudará a saldar tus compromisos y a salvar a tu familia. El salmo no dice que el monte no será azotado por las inclemencias del clima, dice que permanecerá para siempre. Por tanto, si tus ojos están puestos en Jesús, no te desesperes, porque “los que confían en Jehová son como el monte de Sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre”.  




lunes, 16 de marzo de 2015

MAS SABIDURIA



MÁS SABIDURÍA (tomado del libro Cada día más sabio por el pastor Alejandro Bullón - reproducido con permiso de la Asociación Publicadora Interamericana)

Da instrucción al sabio y se hará más sabio todavía; enseña al justo y él crecerá en prudencia. Proverbios 9:9.

Hay una diferencia entre un hombre instruído y un hombre sabio. El colegio nos da instrucción y nos ofrece conocimiento. Pero solo Jesús nos da sabiduría y gracia.
En el texto de hoy Salomón define a la sabiduría como prudencia. Ser sabio es ser prudente y si tú buscas en el diccionario encontrarás que una de las mejores definiciones de prudencia, es el equilibrio. Por tanto, sabiduría significa equilibrio, y el equilibrio no se aprende en la Universidad, no es fruto del estudio, ni es el resultado de años de investigación y búsqueda. El equilibrio es un don que Jesús concede a aquellos que viven una vida de comunión diaria con Él.
Es impresionante observar que para ser feliz es necesario ser equilibrado en todas las áreas de la vida humana. Comenzando por la vida personal, pasando por las relaciones familiares y terminando en la carrera profesional. Cualquier tesoro en manos de una persona sin equilibrio es como una hermosa rosa en las manos de un orangután. El animal es incapaz de apreciar la belleza de la flor y acabará destruyéndola.
Las personas muy instruídas son, a veces, incapaces de hacer felices a los que viven cerca de ellas. Un título académico, un cargo, una función, no nos da necesariamente equilibrio. Es cierto que todo eso debería contribuir para que la persona adquiriese sabiduría, pero en la mayoría de las veces no ocurre así, porque la sabiduría es algo interior, colocado por Dios en el corazón de aquellos que lo reconocen como tal.
La persona equiliibrada anda siempre en la línea del medio. Eso no significa permanecer encima del muro, indeciso, indeterminado y temeroso. ¡No! Al contrario, significa estar abierto a la vida, al cambio, al aprendizaje constante, dispuesto a escuchar la opinión de todos a fin de tomar una decisión acertada. Significa humildad para aceptar los errores y valor para corregirlos. Por eso, hoy, antes de tomar una decisión sobre cualquier asunto, recuerda el consejo divino: “Da instrucción al sabio y se hará más sabio todavía; enseña al justo y él crecerá en prudencia”.