lunes, 27 de abril de 2015

TESOROS DE MALDAD



TESOROS DE MALDAD (tomado del libro Cada día más sabio por el pastor Alejandro Bullón - reproducido con permiso de la Asociación Publicadora Interamericana)

Los tesoros de maldad no serán de provecho; mas la justicia libra de muerte. Proverbios 10:2.

¿Vale la pena ser honesto? En el día que escribo esta meditación, todo Brasil quedó espantado con la noticia de un árbitro de fútbol que había recibido dinero para “entregar” algunos partidos. Fueron dramáticas las escenas mostradas por la televisión. Ojos lacrimosos, pesar y vergüenza. Pero, más dramática todavía fue la declaración que el árbitro hizo: “No compensó haber traído tristeza y vergüenza a mi familia, por causa del dinero”.
Un comentarista dijo algo que refleja la cultura de nuestros días: “La tragedia de él fue ser descubierto. Si no hubiera sido descubierto, claro que habría compensado, porque el dinero nunca viene mal”.
¿Te diste cuenta cómo fascina el dinero? Desde el punto de vista bíblico, no hay nada de malo en tener dinero. Entre las bendiciones de la prosperidad prometida por Dios, está incluido el dinero. No tengas miedo de trabajar, ahorrar y hacer dinero. “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos”. * Dios está listo para entregar todo eso en las manos de sus hijos.
El problema es que en la mayoría de las veces, hacer dinero lleva tiempo y trabajo, y la naturaleza humana es inmediatista, no le gusta esperar, ignora que nada se construye de un día para el otro. Entonces es cuando aparece la señora insensatez con sus promesas fascinantes, vestida de muchas y ricas ropas: Desde el engaño, la estafa, el soborno o el hurto hasta el asalto a mano armada.
La declaración bíblica de hoy es: “Los tesoros de maldad no serán de provecho”. No valen las noches de insomnio de una conciencia culpada, ni la vergüenza y el escándalo que destruye la familia cuando la persona es descubierta, ni siquiera el cinismo ridículo de alguien que endureció la conciencia y niega todo.
La segunda parte del texto dice: “…mas la justicia libra de muerte”. ¿A qué justicia se refiere? Andar en los caminos de la prosperidad auténtica. Puede llevar más tiempo, pero en compensación te “libra de muerte”, de la desesperación, de la angustia, de la ansiedad y del pánico que se apodera de la persona cuando está en peligro de ser descubierta.
¡Que Dios bendiga hoy el fruto de tu trabajo, que todo lo que toques sea bendito, que tus planes sean prosperados! Sal a la lucha del día con la certeza en el corazón y acuérdate que “los tesoros de maldad no serán de provecho; mas la justicia libra de muerte”.
*Hageo 2:8.


lunes, 20 de abril de 2015

BENDICION Y PROSPERIDAD



BENDICION Y PROSPERIDAD (tomado del libro Cada día más sabio por el pastor Alejandro Bullón - reproducido con permiso de la Asociación Publicadora Interamericana)

Bendígate Jehová desde Sion, y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida. Salmos 128:5.

Martín Lutero llamaba a este salmo, el salmo de la familia. Está lleno de promesas. Una que aparece destacada, es la promesa de la bendición. No hay nada malo en querer ser bendecido. La bendición, en la mayoría de las veces, significa prosperidad, inclusive en el versículo de hoy el salmista afirma que el resultado de la bendición es la prosperidad de Jerusalén.
Muchos cristianos necesitan entender que el cristianismo es humildad, pero no necesariamente pobreza o miseria. No hay nada malo en querer tener prosperidad. Dios es el dueño del mundo, el Rey del universo. Si tú eres hijo del Rey, si eres un príncipe, ¿por qué tienes que sentirte culpable por vivir como un príncipe?
El versículo de hoy muestra el secreto de la verdadera prosperidad. Para Israel, la bendición auténtica procedía de Sion, que era el lugar de la habitación de Dios. La prosperidad no es solo la acumulación de cosas. Dinero, poder y fama, son parte de la vida, no hacen mal a nadie, pero cuando no vienen “del Señor”, traen dolor, angustia e insatisfacción. Eso no es prosperidad.
Otro pensamiento que se destaca en el versículo de hoy, tiene que ver con el presente. La promesa de Dios es que tú veas la prosperidad “todos los días de tu vida”. Aquí y ahora. No solo en el futuro.
Es común pensar que la maravilla de la salvación es una experiencia que será disfrutada en la eternidad. La verdad es que, cuando Jesús regrese, recibiremos los beneficios eternos de la salvación. En ese entonces, Jesús colocará el punto final a la historia del mal. Pero, también es verdad que en esta tierra, durante “todos los días de tu vida”, tú puedes disfrutar las maravillas de las bendiciones divinas. Mejor salud, dinero administrado con sabiduría, una familia feliz e hijos que crecen esplendorosos como las palmeras a orillas de los ríos.
Busca al Señor hoy. Encontrar a Jesús es encontrar Su bendición. Haz de eso el blanco de tu vida. Vive al lado de Jesús. Permite que Sus enseñanzas se hagan realidad en tu experiencia diaria.
El resultado natural del compañerismo diario con Jesús, será el éxito y la prosperidad. “Bendígate Jehová desde Sion, y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida”.


lunes, 13 de abril de 2015

DOS MUJERES



DOS MUJERES (tomado del libro Cada día más sabio por el pastor Alejandro Bullón - reproducido con permiso de la Asociación Publicadora Interamericana)

Las aguas hurtadas son dulces, y el pan comido en oculto es sabroso. Proverbios 9:17.

La mente del hombre que no anda en los caminos de Dios funciona de un modo extraño. Busca el placer y encuentra el dolor, corre tras la alegría y solo encuentra tristeza. Piensa que las cosas son agradables únicamente cuando traen el sabor de lo prohibido. Las aguas, para ser dulces, necesitan ser robadas; y el pan, para ser agradable, debe ser comido a escondidas.
Lo prohibido, sin embargo, es como el caballo de Troya, deslumbrante por fuera, halaga el ego, inflama las pasiones humanas, solo que oculta dentro de sí vergüenza, miseria y muerte.
En el capítulo 9 del libro de Proverbios encontramos dos mujeres a la orilla del camino, disputándose la atención de los hombres. Es una alegoría de la sabiduría y la insensatez. La primera invita a las personas a la vida. El secreto de la vida consiste en andar en los caminos establecidos por Dios.
La segunda mujer es loca e insensata. Invita también a las personas, ofreciéndoles aguas robadas y pan comido a escondidas. Agua es sinónimo de vida. El desierto es tierra de muerte porque no tiene agua. La mujer loca ofrece agua. La vida robada, no es vida. El placer robado, no es placer. La felicidad disfrutada a las escondidas, no es felicidad.
Descubrimos eso con dolor. Cuando ya es tarde. Cuando la familia ya fue destruida, la dignidad arrollada y los valores deteriorados.
El pan es el alimento básico e indispensable, y no tiene nada de extravagancia y lujo. Pero, cuando se lo come a escondidas, puede ser agradable en el momento, mas después deja el sabor amargo de la insatisfacción. Tú comes y comes, y no te hartas. Buscas y buscas, y nunca encuentras. El corazón siempre está vacío.
La mente natural del hombre es rara, extraña. Se esconde. No desea ser vista, pero su actitud insensata, tarde o temprano, lo expone a la vergüenza pública.
Nada mejor que vivir a la luz del día. Con transparencia y verdad. Vive hoy de ese modo. Escucha la voz de la sabiduría y no prestes atención a la voz de la seducción, aunque ésta grite por los caminos: “Las aguas hurtadas son dulces, y el pan comido en oculto es sabroso”.